23 jun 2014

Duende en la noche


Las noches de Al-Andalus. Duende en la noche

 
 

Inefable el espectáculo ofrecido anoche en Al-Andalus. Un público embriagado por la emoción asistió a ese espectáculo luminoso y difícilmente explicable con palabras que es el flamenco. Las guitarras de Ricardo Bustamante y Manuel Reyes, acompañadas del baile de Silvia Peña y María Márquez y la voz del cantaor Javier Calderón, ofrecieron un recorrido por todos los palos del flamenco a un público que enmudecía por momentos ante el rasgueo de las guitarras, la voz del cantaor y el movimiento, lleno de fuerza y brillante que ofrecieron unas bailarinas entregadas y cuyos cuerpos se contoneaban al ritmo de seguidillas, bulerías, fandangos, mientras las manos palmeaban ese sentimiento desazonado, trémulo e incombustible que es el cante jondo. Cuando los tacones percutían el tablado, el duende se expandía por el escenario, conmoviendo a un público, que se arrancaba en aplausos una vez terminada cada una de las actuaciones. La noche tuvo también un recuerdo entrañable a la figura del maestro Paco de Lucia. Con una maestría embriagadora, la guitarra se transformó en un torrente de emociones desbocadas y entrañables y una vez más llegó hasta ese momento álgido, lleno de fuerza que hacía inconfundible al maestro. La noche tendría su broche de oro, cuando el público se confundió con el escenario y, como si una sola  piel se tratase, se dejó llevar por el ritmo alegre de las rumbas. Desinhibidos los cuerpos, las emociones contenidas durante la noche, se expandieron por el escenario.
Una vez más, una noche mágica en un entorno privilegiado e inconfundible, lleno de encanto, que sabe cómo mimar a su público y que se consolida como un espacio emblemático del cante jondo dentro de la Comunidad Valenciana.

Mari Carmen Moreno
Fotografía  J.Frechina 





































 
 
 














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